Una es pesada. A veces es muy pesada. Con Aaron estos días lo he sido. "Dibuja a Iván, anda...dibújalo...". Y lo ha hecho y además, me deja escribir el post. Le enguarro una mijilla esto, con lo limpio que lo tenía él.
Iván Ferreiro es a mi vida lo que una montaña rusa. Yo, que no he seguido la música independiente desde siempre, sino que soy incorporación tardía, a Iván (con Piratas) lo descubro tarde. Pero me engancho...y lo escucho mucho una temporada. Canciones como "Años 80", "Mi Coco", "Promesas que no valen nada" y, sobre todo, "El equilibrio es imposible" forman parte de la banda sonora de mi vida desde entonces. Y vuelvo a ellas cíclicamente.
En solitario le he seguido intermitentemente. Le vi en Salamandra en el año 2006 en Barcelona...en circunstancias personales raras y me impresionó mucho. Muchísimo. Y después de eso, he seguido sumando canciones a mi banda sonora..."ciudadano A", "canciones para el tiempo y la distancia" y mi favorita de largo..."turnedo".
Si como cantante es interesante, como persona casi lo es más. Le sigo en prensa desde hace tiempo, y desde hace menos, en twitter. Siempre una sorpresa grata. Y hoy me despierto con una crónica de su concierto a solas con piano ayer. Una pasada. Habría matado por estar allí.
Os dejo con la parte buena, la ilu de Aaron...Saludos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario